La frase no es mía si no recuerdo mal es de Pérez Reverte refiriéndose a un destacado político recientemente destituido de su cargo. La podemos asumir y dedicársela a aquel o aquellos a quienes merezcan tan sonora y definitoria frase.
En este caso la voy a dedicar a quienes no respetan el DERECHO A LA VIDA y con cobardía, prepotencia, incompetencia profesional, maldad, revanchismo, engreimiento, chulería, tratan de justificar su mediocridad, su falta de talento, de personalidad, de profesionalidad; su nombre es sinónimo de merluzo, mentecato....
En definitiva unos sinvergüenzas, con la vida no se debe jugar.
Desgraciadamente hay quien aprecia más la vida de un animal que la de una persona.
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