En la página de facebook de Ángeles Ortega Fraile aparece una frase que debe ser algo así como su enseña de identidad o grito de guerra: “Cállate y dame un beso”. No aclara si el beso que desea recibir es el de la muerte o el de la vida. Desde luego no se merece el de la alegría, el buen humor, el de amor, el de felicidad, en fin todo aquello bueno que te ofrece la vida teniendo en cuenta que ella ha demostrado tener un deseo irrefrenable de firmar certificados que seguro que San Lucas, patrono de los sanitarios, reprobará en su momento.
Con el imperativo que utiliza es síntoma inequívoco de buena educación. Es una lástima que parte de nuestros impuestos hayan servido para pagar la formación, seguro que brillantísima, y ahora la pagamos su sueldo en la Hospital público en el que trabaja, porque es muy probable que si abriera consulta privada tendría que demostrar su buen hacer
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